Las cortezas guardan secretos que les son
develados, no sin una pizca de zozobra, a todos aquellos que van por la vida
pidiendo más pruebas, innecesarias, para esa certeza que les ocupa el alma. Saben,
que no solo existe lo que ven.
El mundo que no se manifiesta visualmente en la materia cotidiana es más amplio, eterno y espléndido, que el que captan sus condicionados ojos.
Con la fe encendida y un asombro gustoso, esperan hallar gestos y sonrisas.
Es hermoso saber que uno no está solo.
El mundo que no se manifiesta visualmente en la materia cotidiana es más amplio, eterno y espléndido, que el que captan sus condicionados ojos.
Con la fe encendida y un asombro gustoso, esperan hallar gestos y sonrisas.
Es hermoso saber que uno no está solo.
