Habernos encontrado nos ampara. Las dudas que alguna vez tuvimos, se
disipan en el etéreo sahúmo de la magia.
Estamos aquí pendientes de las vibraciones ancestrales. Juntos, solos. Pisando los pasos
que nos mantienen perdidos; en la sana búsqueda.
Somos una mezcla dulce de yuyos, miel y semillas. De acordes que no encajan con
ninguna canción pero igual cantamos. Invocamos. Nos damos sonidos guturales que laten y
vibran, carcajadas extasiadas de ganas de vivir.
Gritamos en plegarias a la tierra. Bailamos en círculos, pedimos que el viento nos hable al oído. Y por fin, sentimos; una sudestada nos atraviesa los miedos. Y a los golpes, aprendemos a soltar.
Prescindir
de lo que pesa, y que no duela, viajar livianos. Simplemente ir. Locos sueltos buscando esquivar las humanas miserias. Libertad, deliciosa razón de existir.
Fanny N. López